La madre de Stephen,
extenuada, rígidamente surge del suelo, leprosa y turbia, con una corona de
marchitos azahares y un desgarrado velo de novia, la cara gastada y sin nariz,
verde de moho sepulcral. El pelo es lacio, ralo. Fija en Stephen las huecas
órbitas anilladas de azul y abre la boca desdentada, diciendo una silenciosa
palabra.
LA MADRE
(Con la sonrisa sutil
de la demencia de la muerte.)
Yo fui la hermosa May
Goulding. Estoy muerta.
Del Ulysses (1921), de JAMES
JOYCE.
En Borges, Jorge Luis; Ocampo, Silvina; Bioy
Casares, Adolfo: Antología de la
literatura fantástica, Sudamericana, Buenos Aires, 1940. Pág. 277.
<3
ResponderEliminarQueremos saber mas de May Goulding. Cerca de mi casa, hay una plaza donde habia un cenenterio de la epoca de la fiebre amarilla; cada vez que paso por dicha plaza, imaginome a la señora Goulding emergiendo delante mio...
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